Hace justo 200 años, el 12 de Febrero de 1809, nació en Shrewsbury, Inglaterra, Charles Robert Darwin, Hijo del prestigioso doctor Robert Waring Darwin y de Susana Wedgwood, durante su adolescencia, inicio estudios de Medicina y Teología (ninguno de los cuales termino), y en 1831, se embarca a bordo del H.M.S. Beagle, bajo el mando del capitán Robert FitzRoy (de 23 años), para realizar las labores de naturalista, durante un viaje para cartografiar el extremo sur de América. Este viaje sellaría el destino del joven, quien mas tarde y en base a lo observado durante la travesía, elaboraría la Teoría de la Evolución (1859).
Darwin resume el argumento central de la teoría de la evolución por medio de la selección natural de la manera siguiente:
"Dado que se producen más individuos de los que pueden sobrevivir, tiene que haber en cada caso una lucha por la existencia, ya sea de un individuo con otro de su misma especie o con individuos de diferentes especies, ya sea con las condiciones físicas de la vida (...). Viendo que indudablemente se ha presentado variaciones útiles al hombre, ¿puede acaso dudarse de que de la misma manera aparezcan otras que sean útiles a los organismos vivos, en su grande y compleja batalla por la vida, en el transcurso de las generaciones? Si esto ocurre, ¿podemos dudar, recordando que nacen muchos más individuos de los que acaso pueden sobrevivir, que los individuos que tienen más ventaja, por ligera que sea, sobre otros tendrán más probabilidades de sobrevivir y reproducir su especie? Y al contrario, podemos estar seguros de que toda la variación perjudicial, por poco que lo sea, será rigurosamente eliminada. Esta conservación de las diferencias y variaciones favorables de los individuos y la destrucción de las que son perjudiciales es lo que yo he llamado selección natural."
Darwin declaró frecuentemente que su trabajo biológico había incluido dos metas diferentes (1): establecer la evolución como un hecho, y proponer la selección natural como su mecanismo principal. “Yo tuve,” escribió, “dos objetivos distintos en vista; primero mostrar que las especies no han sido creadas separadamente, y segundo, que la selección natural ha sido el agente principal el cambio”
Las recientes investigaciones en el campo de la genética y el proyecto del genoma humano, han mostrado concluyentemente que todos los humanos somos esencialmente idénticos y que estamos genéticamente relacionados con todos los seres vivos que han habitado el planeta. Así esta visión nos permite tener un hondo sentido de unidad y respeto, no solo hacia los demás humanos sino que también, con el resto de las formas de vida. Hoy la validez de la teoría de Darwin de evolución por selección natural descansa en nuestra comprensión de los mecanismos moleculares. Por eso, concluimos ese Charles Darwin es una figura digna en la cual enfocarse, para construir una Celebración Global de Ciencia y Humanidad, que se debe promover como tradición común entre todos los habitantes del planeta.
“...la adaptación no es algo estático. Se produce de forma continua. Si el ambiente cambia, es preciso adaptarse de nuevo. Los seres que lo consiguen, medran y continúan dejando descendientes; los que no, se verán abocados al desastre, aun en el caso de que en el pasado hayan abundado..”
“Evolución es el cambio genético, a lo largo de las generaciones, en las poblaciones de seres vivos.”
miércoles, 11 de febrero de 2009
Darwin fue un tipo con suerte
Charles Darwin (Feb. 12 1809 - Abr. 19 1882)
Darwin fue un tipo con suerte. Tenía talento y supo aprovechar las oportunidades que se le presentaron a lo largo de su vida. También como no tenía que trabajar para mantenerse él y a su numerosa familia tuvo el tiempo suficiente para estudiar, reflexionar, escribir y el dinero para publicar lo que escribía. Y tuvo una esposa, su prima, que realmente lo bancaba y sostenía espiritualmente, porque también tenía sus mañas y vivía periodicamente enfermo.
Nació en una familia acomodada, su padre era un médico muy bien reconocido. Su abuelo, Erasmus Darwin, un personaje excéntrico, también había sido médico y había escrito sobre la transformación de las especies. Su madre hija de un fabricante de porcelana fina que estaba muy bien economicamente. Para seguir con la tradición de la familia, lo mandaron a estudiar medicina. Pero en esa época se hacían prácticas sin anestecia, porque no existía todavía, y Darwin no aguantó y abandonó la carrera. Su padre, entonces lo obligó a que estudiara de clérigo, algo que le diera prestigio a la familia, Darwin aceptó porque pensaba que podría ser sacerdote en un pueblito rural y así tener mucho tiempo para hacer lo que en realidad le gustaba, juntar bichos, caminar y observar la naturaleza. Y se fue a estudiar a Cambridge. Ahí conoció los profesores que iban a influir en su vida, principalmente Henslow, su mentor. Fue él quien le propuso el viaje en el Beagle.
Darwin era inteligente, observador y muy sociable. Por su personalidad fue propuesto como acompañante del capitán Fizt Roy. En realidad, ni siquiera iba en un primer momento como naturalista, porque ya había uno en el barco, un tal Mc Cormick que después abandona, creo que en Río de Janeiro. Fitz Roy necesitaba alguien que le diera conversación y lo acompañara en su mesa. Y casi no acepta a Darwin cuando se lo presentaron porque no le gustó su naríz. El capitán creía que los razgos de la car definían la personalidad, y la naríz chata de Darwin, le daba la impresión de que sería un holgazán o poco confiable.
Igualmente, antes de entrevistarse con Fitz Roy, Darwin casi no viaja. Su padre se había opuesto completamente porque iba a abandonar los estudios y perder tiempo, pero después su tío (el padre de Emma, la prima que luego se iba a casar con Charles) intercedió y le dieron el dinero (porque tuvo que pagar para viajar) y accedió que viajara por dos años. Después el viaje duró mucho más, pero mientras tanto Darwin se fue haciendo famoso como naturalista.
Darwin antes de partir se había enamorado de Fanny Owen, pero ella no le contestó sus cartas y se tuvo que olvidar. Cuando volvió y fue a casa de los Wedgwood, los familiares del lado materno, se encontró con su querida prima Emma, que había sido amiga de toda la vida, su confidente, y quién intercediera para que pueda viajar. Ahí se dio cuenta que ella y toda la familia estaban esperando que se le declarase. Él creía que no lo iba a aceptar porque era bastante feo. Pero ella hacía rato que estaba esperando. Y así arregló su vida en la tranquilidad y el sostén familiar.
Pero antes de viajar Darwin ni siquiera era nombrado naturalista. Sabía montar y era buen tirador, pero no sabía nadar y tampoco había navegado alguna vez. Así que le costó bastante ambientarse al barco. Pasó la mayor parte del tiempo mareado y vomitando las primeras semanas. Además debía dormir en una hamaca. Cuentan que cuando pasaron el ecuador mientras cruzaban el Atlántico, , como era costumbre lo bañaron con agua fría y le dio una especie de pasmo. Pero al empezar a observar la naturaleza y asombrarse con lo que descubría empezó a sobreponerse de sus dificultades y a convertirse en el naturalista del Beagle. El capitán Fitzroy estaba encantado con su charla y le empezó a decir “Filos”, también le cedió más lugar para que pueda armar una especie de estudio e ir guardando las muestras que recolectaba.
Y fue así que el viaje del Beagle, armado para reconocimiento de costas que iba a hacer famoso a su capitán, se iba a convertir en el viaje que cambia la historia de la vida y se va a ser famoso por Darwin, que en realidad comenzó viajando como un supernumerario.
M. Torreblanca
Darwin fue un tipo con suerte. Tenía talento y supo aprovechar las oportunidades que se le presentaron a lo largo de su vida. También como no tenía que trabajar para mantenerse él y a su numerosa familia tuvo el tiempo suficiente para estudiar, reflexionar, escribir y el dinero para publicar lo que escribía. Y tuvo una esposa, su prima, que realmente lo bancaba y sostenía espiritualmente, porque también tenía sus mañas y vivía periodicamente enfermo.
Nació en una familia acomodada, su padre era un médico muy bien reconocido. Su abuelo, Erasmus Darwin, un personaje excéntrico, también había sido médico y había escrito sobre la transformación de las especies. Su madre hija de un fabricante de porcelana fina que estaba muy bien economicamente. Para seguir con la tradición de la familia, lo mandaron a estudiar medicina. Pero en esa época se hacían prácticas sin anestecia, porque no existía todavía, y Darwin no aguantó y abandonó la carrera. Su padre, entonces lo obligó a que estudiara de clérigo, algo que le diera prestigio a la familia, Darwin aceptó porque pensaba que podría ser sacerdote en un pueblito rural y así tener mucho tiempo para hacer lo que en realidad le gustaba, juntar bichos, caminar y observar la naturaleza. Y se fue a estudiar a Cambridge. Ahí conoció los profesores que iban a influir en su vida, principalmente Henslow, su mentor. Fue él quien le propuso el viaje en el Beagle.
Darwin era inteligente, observador y muy sociable. Por su personalidad fue propuesto como acompañante del capitán Fizt Roy. En realidad, ni siquiera iba en un primer momento como naturalista, porque ya había uno en el barco, un tal Mc Cormick que después abandona, creo que en Río de Janeiro. Fitz Roy necesitaba alguien que le diera conversación y lo acompañara en su mesa. Y casi no acepta a Darwin cuando se lo presentaron porque no le gustó su naríz. El capitán creía que los razgos de la car definían la personalidad, y la naríz chata de Darwin, le daba la impresión de que sería un holgazán o poco confiable.
Igualmente, antes de entrevistarse con Fitz Roy, Darwin casi no viaja. Su padre se había opuesto completamente porque iba a abandonar los estudios y perder tiempo, pero después su tío (el padre de Emma, la prima que luego se iba a casar con Charles) intercedió y le dieron el dinero (porque tuvo que pagar para viajar) y accedió que viajara por dos años. Después el viaje duró mucho más, pero mientras tanto Darwin se fue haciendo famoso como naturalista.
Darwin antes de partir se había enamorado de Fanny Owen, pero ella no le contestó sus cartas y se tuvo que olvidar. Cuando volvió y fue a casa de los Wedgwood, los familiares del lado materno, se encontró con su querida prima Emma, que había sido amiga de toda la vida, su confidente, y quién intercediera para que pueda viajar. Ahí se dio cuenta que ella y toda la familia estaban esperando que se le declarase. Él creía que no lo iba a aceptar porque era bastante feo. Pero ella hacía rato que estaba esperando. Y así arregló su vida en la tranquilidad y el sostén familiar.
Pero antes de viajar Darwin ni siquiera era nombrado naturalista. Sabía montar y era buen tirador, pero no sabía nadar y tampoco había navegado alguna vez. Así que le costó bastante ambientarse al barco. Pasó la mayor parte del tiempo mareado y vomitando las primeras semanas. Además debía dormir en una hamaca. Cuentan que cuando pasaron el ecuador mientras cruzaban el Atlántico, , como era costumbre lo bañaron con agua fría y le dio una especie de pasmo. Pero al empezar a observar la naturaleza y asombrarse con lo que descubría empezó a sobreponerse de sus dificultades y a convertirse en el naturalista del Beagle. El capitán Fitzroy estaba encantado con su charla y le empezó a decir “Filos”, también le cedió más lugar para que pueda armar una especie de estudio e ir guardando las muestras que recolectaba.
Y fue así que el viaje del Beagle, armado para reconocimiento de costas que iba a hacer famoso a su capitán, se iba a convertir en el viaje que cambia la historia de la vida y se va a ser famoso por Darwin, que en realidad comenzó viajando como un supernumerario.
M. Torreblanca
HACIA LA SELECCIÓN NATURAL
EL CAMINO DE DARWIN
Darwin comenzó su primer borrador en 1937, según sus memorias se “inspiraba para ese trabajo en los principios de Bacon, sin teoría preconcebida”
Comenzó a coleccionar antecedentes relacionados con las especies domésticas, hizo circular cuestionarios impresos entre los criadores y leía muchos libros y publicaciones, incluso series completas de informes de sociedades científicas.
“Pronto me di cuenta que la selección era la clave del éxito que ha encontrado el hombre para razas útiles de animales y de plantas”
¿Cómo podría ser aplicada la selección a organismos vivientes en estado natural” Él intuía que ese sería el mecanismo que provocaría el cambio a través del tiempo, del cuál estaba convencido desde su viaje con el Beagle. Pero no se daba cuenta aún como operaba. Puesto que en la selección artificial era el hombre quien seleccionaba. Qué o quienes seleccionaban en la naturaleza. Existía un agente seleccionador. No, ¿entonces cómo sucedía? Aún no lo sabía: “Constituyó para mí un misterio durante algún tiempo”.
Pero la lectura oportuna elucidó la cuestión:
“En octubre de 1832, es decir 15 meses después de comenzada mi encuesta sistemática, alcancé a leer sólo por vía del entretenimiento el libro de Malthus sobre la población”
Malthus le brindó la idea de la “lucha por la existencia”
“estaba bien preparado, por haber observado prolongada y continuamente los hábitos de los animales y las plantas para apreciar la lucha por la existencia que se encuentra en toas partes; entonces se me ocurrió la idea de que en tales circunstancias, las variaciones favorables tenderían a ser preservadas, mientras otras menos felices, serían destruidas. El resultado de esto sería la formación de nuevas especies. Había por fin llegado a formular una hipótesis sobre la cual apoyar mi trabajo. Pero estaba tan deseoso de evitar todo preconcepto, todo prejuicio, que decidí no escribir ni el más leve bosquejo. Recién en julio de 1842 me di por primera vez, la satisfacción de redactar un resumen sucinto de mi teoría, de 35 páginas escritas a lápiz. Durante el verano de 1844 ese resumen fue alargado hasta alcanzar 230 páginas”
Stephen J. Gould denomina “annus mirabilis” a lo que en realidad fueron algo más de dos años, desde el regreso de su viaje con el Beagle hasta la lectura de Malthus. Según él durante ese lapso, Darwin fue muy prolífico en formular hipótesis y explicaciones del mecanismo que promovía el cambio en las especies a través del tiempo. “En su empeño por formular un mecanismo evolutivo durante su annus mirabilis… Darwin había abrazado, y rechazado en última instancia, una variedad de teorías contrapuestas que incluía la saltación, la variación inherentemente adaptativa y la senescencia intrínseca de las especies… Todas estas aproximaciones desechadas tienen en común el postulado de un impulso interno, basado bien en una variación a empujones (saltacionismo) bien en un cambio inherentemente direccional”
Cómo cité anteriormente, Darwin se autoproclamaba empirista, siguiendo los preceptos de Bacon. Pero ¿realmente desarrolló de esa manera su teoría?
Para Gould, el método utilizado fue el de ensayo-error. A medida que iba leyendo y acumulando datos probaba y desechaba teorías. “El método de ensayo y error, paso a paso, se convierte en la metáfora central del Darwinismo”
Gould establece que luego de haber establecido un dominio de verificabilidad, Darwin comenzó a acumular datos y “delineó su metodología histórica (nunca de manera explícita, desde luego, pero con tal fuerza acumulativa a base de ejemplos que el libro entero se convierte en «una larga argumentación» sobre la tratabilidad de su nueva ciencia”
Darwin vio la necesidad de desarrollar varios métodos de inferencia histórica, cada uno a la medida de la naturaleza y calidad de la evidencia disponible.
Darwin al proponer la teoría de la selección se basó en observaciones empíricas (actualmente las dividiríamos en ecológicas y genéticas) sobre el potencial reproductivo y la existencia de la variabilidad. Y estableció inferencias sobre la correlación de ciertas características biológicas de los individuos y sus probabilidades de sobrevivir y dejar descendencia sin intervención del azar. Y que dichos resultados de ese proceso selectivo se acumulan con el tiempo produciendo el cambio evolutivo. Por un lado y la adaptación de los organismos al medio por el otro.
También Darwin, intentó dejar claro que el uso de la expresión selección no es una "proyección" antropomórfica de las acciones teleológicas en los mecanismos causales, ni una simple metáfora afortunada. La selección artificial puede haberle sugerido a Darwin la idea de selección natural, como él mismo confesaba en una carta a Wallace de 1858, un año antes de publicar El origen de las especies: "Llegué a la conclusión de que la selección era el principio del cambio a partir del estudio de las producciones domésticas; y después, leyendo a Malthus, vi enseguida cómo aplicar este principio"11 Pero la validez del principio depende de conexiones objetivas que desbordan la sugerencia metafórica.
Darwin mismo, realiza aclaraciones sobre la elección de la expresión “selección natural”. Al parecer utiliza ésta al no encontrar “alguna mejor”.
“Diversos autores han interpretado erróneamente o puesto dificultades al término selección natural. Algunos hasta han imaginado que la selección natural produce la variabilidad, aunque implica únicamente la conservación de las variaciones que surgen y son beneficiosas al ser en sus condiciones de vida. Nadie pone reparo a los agricultores que hablan de los poderosos efectos de la selección del hombre, y , en este caso las diferencias individuales dadas por la naturaleza, el hombre elige con algún objeto, tiene por necesidad que ocurrir antes. Otros han puesto que el termino selección implica selección consciente en los animales que se modifican, y hasta se ha argüido que, como las plantas no tienen volición, la selección natural no es aplicable a ellas. En el sentido literal de la palabra, indudablemente, selección natural es una expresión falsa; pero ¿quién no pondrá nunca reparos a los químicos que hablan de las afinidades electivas de los diferentes elementos? y, sin embargo de un ácido no puede decirse estrictamente que elige una base con la cual se combina preferentemente. Se ha dicho que yo hablo de la selección natural como de una potencia activa o divinidad; pero como, ¿quién hace caso a un autor que habla de la atracción de la gravedad como si regulase los movimientos de los planetas? Todos sabemos lo que significa e implica estas expresiones metafóricas, que son casi necesarias para la brevedad. De la misma manera, también, es difícil personificar la palabra naturaleza; pero por naturaleza, sólo la acción conjunta y el producto de muchas leyes naturales, por leyes, la sucesión de hechos en cuanto son conocidos por nosotros. Familiarizándole un poco con los términos, estas objeciones, tan superficiales, quedarán olvidadas.” 12
Darwin comenzó su primer borrador en 1937, según sus memorias se “inspiraba para ese trabajo en los principios de Bacon, sin teoría preconcebida”
Comenzó a coleccionar antecedentes relacionados con las especies domésticas, hizo circular cuestionarios impresos entre los criadores y leía muchos libros y publicaciones, incluso series completas de informes de sociedades científicas.
“Pronto me di cuenta que la selección era la clave del éxito que ha encontrado el hombre para razas útiles de animales y de plantas”
¿Cómo podría ser aplicada la selección a organismos vivientes en estado natural” Él intuía que ese sería el mecanismo que provocaría el cambio a través del tiempo, del cuál estaba convencido desde su viaje con el Beagle. Pero no se daba cuenta aún como operaba. Puesto que en la selección artificial era el hombre quien seleccionaba. Qué o quienes seleccionaban en la naturaleza. Existía un agente seleccionador. No, ¿entonces cómo sucedía? Aún no lo sabía: “Constituyó para mí un misterio durante algún tiempo”.
Pero la lectura oportuna elucidó la cuestión:
“En octubre de 1832, es decir 15 meses después de comenzada mi encuesta sistemática, alcancé a leer sólo por vía del entretenimiento el libro de Malthus sobre la población”
Malthus le brindó la idea de la “lucha por la existencia”
“estaba bien preparado, por haber observado prolongada y continuamente los hábitos de los animales y las plantas para apreciar la lucha por la existencia que se encuentra en toas partes; entonces se me ocurrió la idea de que en tales circunstancias, las variaciones favorables tenderían a ser preservadas, mientras otras menos felices, serían destruidas. El resultado de esto sería la formación de nuevas especies. Había por fin llegado a formular una hipótesis sobre la cual apoyar mi trabajo. Pero estaba tan deseoso de evitar todo preconcepto, todo prejuicio, que decidí no escribir ni el más leve bosquejo. Recién en julio de 1842 me di por primera vez, la satisfacción de redactar un resumen sucinto de mi teoría, de 35 páginas escritas a lápiz. Durante el verano de 1844 ese resumen fue alargado hasta alcanzar 230 páginas”
Stephen J. Gould denomina “annus mirabilis” a lo que en realidad fueron algo más de dos años, desde el regreso de su viaje con el Beagle hasta la lectura de Malthus. Según él durante ese lapso, Darwin fue muy prolífico en formular hipótesis y explicaciones del mecanismo que promovía el cambio en las especies a través del tiempo. “En su empeño por formular un mecanismo evolutivo durante su annus mirabilis… Darwin había abrazado, y rechazado en última instancia, una variedad de teorías contrapuestas que incluía la saltación, la variación inherentemente adaptativa y la senescencia intrínseca de las especies… Todas estas aproximaciones desechadas tienen en común el postulado de un impulso interno, basado bien en una variación a empujones (saltacionismo) bien en un cambio inherentemente direccional”
Cómo cité anteriormente, Darwin se autoproclamaba empirista, siguiendo los preceptos de Bacon. Pero ¿realmente desarrolló de esa manera su teoría?
Para Gould, el método utilizado fue el de ensayo-error. A medida que iba leyendo y acumulando datos probaba y desechaba teorías. “El método de ensayo y error, paso a paso, se convierte en la metáfora central del Darwinismo”
Gould establece que luego de haber establecido un dominio de verificabilidad, Darwin comenzó a acumular datos y “delineó su metodología histórica (nunca de manera explícita, desde luego, pero con tal fuerza acumulativa a base de ejemplos que el libro entero se convierte en «una larga argumentación» sobre la tratabilidad de su nueva ciencia”
Darwin vio la necesidad de desarrollar varios métodos de inferencia histórica, cada uno a la medida de la naturaleza y calidad de la evidencia disponible.
Darwin al proponer la teoría de la selección se basó en observaciones empíricas (actualmente las dividiríamos en ecológicas y genéticas) sobre el potencial reproductivo y la existencia de la variabilidad. Y estableció inferencias sobre la correlación de ciertas características biológicas de los individuos y sus probabilidades de sobrevivir y dejar descendencia sin intervención del azar. Y que dichos resultados de ese proceso selectivo se acumulan con el tiempo produciendo el cambio evolutivo. Por un lado y la adaptación de los organismos al medio por el otro.
También Darwin, intentó dejar claro que el uso de la expresión selección no es una "proyección" antropomórfica de las acciones teleológicas en los mecanismos causales, ni una simple metáfora afortunada. La selección artificial puede haberle sugerido a Darwin la idea de selección natural, como él mismo confesaba en una carta a Wallace de 1858, un año antes de publicar El origen de las especies: "Llegué a la conclusión de que la selección era el principio del cambio a partir del estudio de las producciones domésticas; y después, leyendo a Malthus, vi enseguida cómo aplicar este principio"11 Pero la validez del principio depende de conexiones objetivas que desbordan la sugerencia metafórica.
Darwin mismo, realiza aclaraciones sobre la elección de la expresión “selección natural”. Al parecer utiliza ésta al no encontrar “alguna mejor”.
“Diversos autores han interpretado erróneamente o puesto dificultades al término selección natural. Algunos hasta han imaginado que la selección natural produce la variabilidad, aunque implica únicamente la conservación de las variaciones que surgen y son beneficiosas al ser en sus condiciones de vida. Nadie pone reparo a los agricultores que hablan de los poderosos efectos de la selección del hombre, y , en este caso las diferencias individuales dadas por la naturaleza, el hombre elige con algún objeto, tiene por necesidad que ocurrir antes. Otros han puesto que el termino selección implica selección consciente en los animales que se modifican, y hasta se ha argüido que, como las plantas no tienen volición, la selección natural no es aplicable a ellas. En el sentido literal de la palabra, indudablemente, selección natural es una expresión falsa; pero ¿quién no pondrá nunca reparos a los químicos que hablan de las afinidades electivas de los diferentes elementos? y, sin embargo de un ácido no puede decirse estrictamente que elige una base con la cual se combina preferentemente. Se ha dicho que yo hablo de la selección natural como de una potencia activa o divinidad; pero como, ¿quién hace caso a un autor que habla de la atracción de la gravedad como si regulase los movimientos de los planetas? Todos sabemos lo que significa e implica estas expresiones metafóricas, que son casi necesarias para la brevedad. De la misma manera, también, es difícil personificar la palabra naturaleza; pero por naturaleza, sólo la acción conjunta y el producto de muchas leyes naturales, por leyes, la sucesión de hechos en cuanto son conocidos por nosotros. Familiarizándole un poco con los términos, estas objeciones, tan superficiales, quedarán olvidadas.” 12
Suscribirse a:
Entradas (Atom)