lunes, 24 de diciembre de 2007


"Solitario George", no sabe cómo procrear

Julio 03, 2007 Galápagos Reuters

GALÁPAGOS. Expertos en conservación analizan por qué no concibe la famosa tortuga, única en el mundo, para evitar su extinción.Mientras científicos buscan una compañera para el ‘solitario George’, el último sobreviviente de una especie de tortugas que habita en las islas Galápagos, algunos creen que los esfuerzos para evitar su extinción podrían ser vanos.Aun si encuentran a una compañera, George no ha estado interesado en reproducirse en el pasado y podría no saber cómo hacerlo, dicen ex cuidadores y expertos que han trabajado con la gigantesca tortuga que reside en el archipiélago.“La búsqueda es un tiro al aire, pero es emocionante a la vez”, dijo Linda Cayot, una consejera científica del Galapagos Conservancy y ex cuidadora de la tortuga. “George puede ser fisiológicamente incapaz de reproducirse”, añadió.Hasta hace poco este galápago era considerado el último ejemplar de una subespecie de tortugas descubierta en la isla Pinta. Sin embargo, a inicios de este año, científicos de la Universidad de Yale dijeron que habían descubierto un macho en la isla Isabela descendiente de un varón de Pinta y de una hembra de Isabela. El hecho podría significar que existan tortugas de Pinta en Isabela.Pero, incluso si encuentran a una compañera potencial y compatible, a través de pruebas de sangre, George ha demostrado poco interés en la reproducción con las hembras que se guardan junto con él en la estación de investigación científica Charles Darwin.“Él tiene problemas (...), probablemente nunca vio a una hembra y varón de su propia especie mientras se reproducían”, dijo la bióloga suiza Sveva Grigioni, quien trabajó con George hace trece años.Si hasta cuando introdujeron a varones más jóvenes con hembras en la reserva de George, el solitario reptil no pudo concebir la idea de copular.Grigioni dice que es capaz de conseguir que tortugas eyaculen en minutos, pero tras perder meses estimulando manualmente a George, no pudo extraer semen del animal.La edad no es problema para George. Científicos consideran que tiene entre 60 y 90 años y que podría vivir hasta los 200, siendo capaz de reproducirse.Ícono de la conservaciónLa posibilidad de que George no sea el último de su clase ha dado una señal de alerta en el mundo. El New York Times expresó el temor que George pudiera perder su condición de la “criatura más rara” del planeta, una característica que ha generado donaciones para la conservación de las islas.“Hasta este momento ha sido el principal atractivo turístico de la estación Charles Darwin, el ejemplo típico de lo que llaman recaudadores de fondos como un carismático ejemplar de la megafauna”, aseguró el matutino en un editorial.

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